Responsables del Centro de Inserción Socio-Laboral, Josenea, informaron este miércoles a la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, del estado en el que se encuentra su Parque de la Economía Circular de Navarra (del que ya se habló, por cierto, en la jornada celebrada por la UiS el pasado junio en Bertiz).
Dicha iniciativa, la primera de este tipo en la Comunidad foral, prevé convertir la finca Bordablanca, situada en Lumbier, en un espacio de divulgación y práctica real de esta nueva práctica económica basada en la reutilización y reciclaje de los materiales. A tal fin, el citado parque tiene previsto aunar cultivos, invernaderos, secaderos, planta de compostaje y gastronomía. También contempla la venta y promoción de productos agroalimentarios de la zona para fomentar el comercio de cercanía.
Gómez estuvo acompañada en la visita a las instalaciones del director de Josenea, Jesus Cía, la alcaldesa de Lumbier, Rocío Monclús, y Carlos García, agente de empleo y desarrollo de Cederna-Garalur en la zona.
Finalizada la visita, la consejera destacó del proyecto que “cierra el ciclo completo desde la producción hasta la puesta en el mercado e incluyendo el tratamiento de los residuos, convirtiéndolos de nuevo en recursos”. Y puso en valor que propuestas de este tipo “reavivan nuestras zonas rurales, fijan población y contribuyen a la cohesión territorial”.
PRODUCCIÓN DE TEMPORADA Y “KILOMETRO 0”
En ese sentido, el espacio incluye el centro de armonización “Irati”, planteado como “lugar de experimentación y juego donde sentirse en armonía con la naturaleza”. Asimismo contempla otra área destinada a la gastronomía circular centrada en la alimentación ecológica saludable “De la huerta a la mesa”, un centro para la producción de verduras ecológicas del Pirineo y de temporada, y otro para su comercialización, incluyendo catering y degustación de otros elaborados de proximidad y “kilómetro 0”.
PROYECTO NACIDO EN 2002
Josenea está ubicada en la finca Bordablanca, perteneciente a Patrimonio del Gobierno de Navarra y arrendada a la asociación. Cuenta con 14 hectáreas y está ubicada en Lumbier, a orillas del río Irati.
El proyecto de la Asociación Laboral Josenea nació en 2002 con el objetivo de ofrecer una oportunidad de inserción laboral a personas en situación de exclusión social. Un año después se empezó a desarrollar esta labor a través de la formación en servicios medioambientales y cultivo de plantas aromáticas y medicinales, bajo criterios de agricultura ecológica, así como la producción de infusiones y té.
A partir de 2006 la finca recibe visitas guiadas y desde entonces hasta el día de hoy ha atendido a unas 25.000 visitantes.
En 2018 puso en marcha una planta de producción de complementos alimenticios e inicia la venta en exportación y un proyecto de “snacks” saludables con manzana seca.
En 2019, y en colaboración con la Universidad Pública de Navarra, inició un proyecto para recoger los residuos orgánicos de la zona y compostarlos en la propia finca. Este proyecto recibió el primer en la última edición del galardón Buenas Prácticas de Desarrollo Sostenible “José Ignacio Sanz Arbizu”, que promueve el Departamento. La planta de compostaje recibe actualmente los residuos orgánicos de las localidades de las mancomunidades de Sangüesa, Irati y Bidausi, y puede llegar a tratar entre 600 y 1000 toneladas al año, y utilizar todo el compost producido en la fertilización de los cultivos de la propia finca.
En la plantilla de Josenea trabajan 52 personas, integradas en su mayoría en el centro de inserción para personas con dificultades a la hora de acceder al mercado laboral. Su objetivo es servir de puente a trabajadoras y trabajadores para obtener empleo, en colaboración con el Servicio Navarro de Empleo-Nafar Lansare y el Departamento de Derechos Sociales.
Actualmente, Bordablanca se ha convertido en una finca donde se cultivan de manera 100 % ecológica más de 70 variedades distintas de plantas, arbustos y árboles con usos medicinales. Toda esta actividad se encuentra inscrita en el CPAEN (Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica de Navarra) y tiene su homologación desde 2003.
Todas las instalaciones están diseñadas y construidas con criterios de bioconstrucción y utilizando materiales reciclados y/o respetuosos con el medio ambiente, y la energía que se emplea en el cultivo es también renovable.